Hoc Vincitvr
El camino es cada vez más estrecho, más empinado, más duro. Cada vez más cerca del destino, pero cada vez más lejos. Y ya no hay señales en el cielo, las cruces en llamas no trepan a la carrasca, no hay sueños premonitorios la noche antes de la gran batalla.
Ahora que sé de qué está hecho todo no puedo enamorarme de tus mitocondrias, de tu hipotálamo, de las dendritas que llevan la hégira.
Ya no cruzas mis sueños descorriendo la aurora, con tus rosados dedos
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