Ulises andrajoso
Los objetivos, los sueños, los fines gloriosos, no existen. Más bien aquello perseguido gusta de presentarse inesperadamente y en aspecto andrajoso, como Ulises al retornar a Itaca.
Por eso el riesgo de matar a los propios sueños es mayor cuanto más cerca se encuentra uno de ellos
2 comentarios
El señor de las arenas -
Arbol Azul... -
me ha hecho pensar mucho...
Gracias...
Una sonrisa!
Siempre te leo aunke no coneste...