Zaragoza oculta
Es curioso.
Te amo como amo a Zaragoza.
En histriónico silencio. Con el rictus helado del héroe épico.
Con un furtivo apasionamiento que solo vive en los rincones de ti que ni tu misma conoces.
Con completa incompetencia. Y una mezcla de decepción.
Sin comprender, en el fondo.
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